¿Qué es la competencia comunicativa?
La competencia es la capacidad que tiene un empleado para aplicar sus conocimientos y habilidades en su campo laboral y en el puesto que ocupa cuando la situación exige la intervención de un experto.
El principal reto al que se enfrentan muchos gerentes y empleados de RRHH es reconocer la diferencia entre competencia (capacidad o aptitud) y competencia profesional. En este ejemplo, la competencia debe entenderse como una habilidad específica.
Ejemplo:
Anna es competente construyendo comunicaciones.
Anna tiene un conjunto de habilidades para ayudar a construir el proceso de comunicación en la empresa. La implicación es que Anna tiene conocimientos, es una experta, tiene competencia.
Anna es comunicativa con los clientes.
Una de las competencias profesionales de Anna es su habilidad para comunicarse.
En el primer caso, la competencia actúa como una forma de autoridad, y esto puede utilizarse como una distinción que no debe confundirse. Además, la competencia puede evaluarse con la ayuda de las capacidades o aptitudes del empleado, si se elige una escala y se asignan calificaciones a su trabajo. Es en la evaluación de los empleados donde más se utilizan las competencias profesionales.
La competencia comunicativa es uno de los tipos de competencia más fáciles de comprender, ya que es la característica del empleado para construir y mantener una comunicación sana con sus compañeros, subordinados, gerentes, clientes, socios y con todos quienes participan en el proceso de trabajo.
La competencia comunicativa consta de varios elementos. Entre ellos se encuentran:
Talento y predisposición innatos para comunicarse con las personas;
Capacidad de transmitir información de forma sencilla y comprensible, de formular una pregunta o petición sin mostrar negatividad ni agresividad, de mantener un diálogo constructivo;
Habilidad para adaptar el estilo de comunicación al interlocutor;
Capacidad para escuchar al interlocutor y comprender sus emociones y necesidades.
En un equipo, la competencia comunicativa es especialmente importante para quienes negocian con terceros -clientes y socios-, pero también es necesaria para los gerentes, quienes, al menos con su ayuda, pueden construir adecuadamente la comunicación dentro de los departamentos y transmitir la información desde la gerencia a los empleados y viceversa.
La competencia emocional, al igual que la inteligencia emocional y el liderazgo, son conceptos que actualmente se utilizan en el ámbito de los RRHH de forma activa. No obstante, es necesario distinguirlos, aunque estén interrelacionados.
La inteligencia emocional es el conjunto de cualidades humanas que conforman la respuesta emocional a las situaciones externas, y contribuyen al análisis de las emociones manifestadas para la toma de decisiones.
Destacan cuatro cualidades:
conciencia de sí mismo;
conciencia de las relaciones;
el autocontrol;
la empatía.
A su vez, la competencia emocional es la capacidad de exhibir todas las cualidades anteriores en un equipo para evaluar el propio trabajo, el autodesarrollo y la sana competencia con los colegas.
Este tipo de competencia es una forma de reflexión que sólo puede manifestarse en la sociedad. Distingue la competencia de la inteligencia. El liderazgo emocional, como se puede predecir, es un tipo de liderazgo que se desarrolla sobre antecedentes de alta competencia emocional en un equipo, la capacidad de motivarse a sí mismo y a los demás para lograr mejores resultados, teniendo en cuenta las emociones, el estado y la opinión de los colegas.
Este tipo de competencia no debe confundirse con la capacidad comunicativa, aunque son similares, sin embargo, en este caso la comunicación y la información solicitada no se transmite a la sociedad, sino a las redes de información.
Dentro del proceso de trabajo, la competencia informativa es la capacidad de interactuar con todas las posibilidades del campo de la información, la red y las redes sociales para trabajar y mejorar el proceso de trabajo.
También significa la habilidad de encontrar la información necesaria o solicitarla sin ayuda externa. Además de la alfabetización infográfica, esto también incluye la habilidad de navegar por las tendencias y anti-tendencias para adaptar sus tareas a las áreas de rápido crecimiento.
Un tipo especial de competencia que se manifiesta en la capacidad de cooperar con representantes de todas las culturas, naciones y razas.
La competencia intercultural es un conjunto de habilidades que ayudan a una persona a construir una comunicación con actitud positiva con representantes de otras culturas, con otros mercados (siempre que la empresa desarrolle sus actividades en otras regiones y países), así como la habilidad de lograr con ellos un proceso de trabajo constructivo y resultados positivos para ambas partes.
Insistamos de nuevo en que las competencias y las capacidades son cosas diferentes. Una competencia central se manifiesta dentro de la competencia, puede medirse y evaluarse, y se utiliza para evaluar el desempeño, el desarrollo, el potencial, etc. de una persona.
La competencia central (o básica) es una competencia profesional específica que una persona en un determinado puesto debe poseer para cumplir los requisitos del mercado actual.
A veces las competencias centrales son comunes para todo el equipo. Tales competencias pueden ser: pensamiento sistémico, orientación a resultados, gestión de crisis, etc.