¿Qué son las competencias blandas?
Cada vez se presta más atención a la contratación de candidatos con las competencias blandas adecuadas. Estas son fundamentales para el buen desempeño del trabajo y para la alineación con la cultura corporativa. Como resultado, el 93% de los empleadores consideran que las competencias blandas son un factor "esencial" o "significativo" en sus decisiones de contratación.
Sin embargo, a diferencia de las cualificaciones y competencias adquiridas a través de la educación y la formación, las competencias blandas son más difíciles de aprender, medir y evaluar. Más del 60% de los responsables de la contratación coinciden en que la evaluación de estas competencias supone un reto. Por lo tanto, las empresas suelen buscar enfoques innovadores para definir las habilidades interpersonales de sus empleados.
Sin el conjunto necesario de competencias blandas que respalden los conocimientos relacionados con la tarea, sería lo mismo contratar a un robot o sustituir el puesto con un programa automatizado. A medida que aumenta la automatización de los procesos empresariales, lo único que nos separa de los robots es poseer un conjunto de habilidades blandas.
Además, las estadísticas nos indican que hasta el 67% de los responsables de la contratación están dispuestos a contratar a un candidato con buenas habilidades blandas, aunque no posea las capacidades técnicas que puede requerir un puesto específico.
Competencias que las empresas suelen buscar en sus posibles candidatos:
Competencias no técnicas relacionadas con la forma de trabajar del candidato.
Competencias interpersonales.
Capacidad para resolver problemas de forma independiente.
Gestión del tiempo.
Adaptabilidad.
Confiabilidad.
Automotivación.
Habilidades de comunicación.
Inteligencia emocional alta.
El candidato perfecto debe tener tanto una excelente aptitud profesional para un trabajo específico como un conjunto de competencias blandas. Los empleados emocionalmente desarrollados, que se preocupan por los demás y por los clientes, pueden aumentar la productividad y los ingresos, estadísticamente, incluso hasta $90.000 dólares en algunos casos.
Supongamos que ya se ha programado una entrevista y podemos observar cómo se comportará el candidato en una situación de estrés. Deberías prestar atención a los siguientes puntos psicológicos:
¿Cómo se comporta el candidato cuando cree que nadie le está mirando?
¿Cómo interactúa el candidato con los demás antes de ser invitado a la sala de reuniones?
¿Saluda a sus compañeros con una sonrisa, es educado y demuestra buena disposición para la comunicación?
Si otros candidatos están esperando para sus entrevistas, ¿les saludan o les ignoran?
¿Se interesan por los materiales de la empresa que se dejan en recepción?
¿Cómo va vestido el candidato? (Presta atención sólo a la pulcritud, el estilo no debe jugar un papel importante en la primera entrevista, a menos que se le haya pedido al candidato un código de vestimenta específico de antemano).
¿Cómo se sienta el candidato en la mesa: erguido, balanceándose o nervioso, dando señales de que no quiere estar aquí?
¿El candidato ha llegado tarde a la entrevista, la ha pospuesto o la ha cambiado de fecha sin una buena razón?
¿Mantiene el contacto visual durante la entrevista?
¿Cómo gesticula durante la entrevista?
¿Interrumpe durante la entrevista?
¿Muestran entusiasmo e interés ante la mención de una posible oferta de trabajo?
Estos aspectos te mostrarán lo nervioso que está el candidato, cómo responde a una situación estresante, lo bien que mantiene el autocontrol y lo respetuoso que sería con sus compañeros.
Plantea una situación hipotética y pregúntales: ¿cómo te comportarías?
¿Cómo fue trabajar con una persona con la que era difícil encontrar puntos en común? ¿Cómo gestionó esta interacción?
¿Asumiste la responsabilidad de establecer la comunicación con compañeros de trabajo difíciles?
¿Qué función desempeñó en el equipo además de sus responsabilidades?
¿Ha asumido un papel ejecutivo, ha sido generador de ideas, ha inspirado a otros, puede haber sido líder de negociación, etc.?
¿Qué situaciones estresantes ha vivido y cómo las resolvió?
¿Qué modelo de relación tenías con tus subalternos/líderes en tu anterior trabajo? ¿Qué tipo de modelo de relación te gustaría construir si te contratamos?
¿Qué competencias profesionales posees?
¿Qué competencias blandas posees?
¿Por qué te consideras un profesional en este campo en particular?
¿Cómo te ayudan tus habilidades blandas a realizar mejor las tareas de tu trabajo?
¿En qué competencias blandas necesitas trabajar mejor?
Presta atención a si intentan hablar con sinceridad sobre las habilidades que se les dan mejor, con las que se han enfrentado y con las que han tenido problemas. Si el candidato evita responder en qué necesita trabajar, o sólo habla de lo positivo, pero le conviene en términos de competencias profesionales, procede con cautela.
Las competencias blandas son un elemento indispensable en el trabajo diario con un empleado, que determinará no sólo el resultado de su trabajo, su eficacia y su potencial, sino que también evidenciará cómo puede mejorar la comunicación y las relaciones con el equipo. Un software HRM te ayudará a identificar las competencias duras y blandas del candidato, las cuales podrás dejar en las notas de su perfil y utilizar como factor auxiliar en la selección para el puesto.
Si estás interesado en la posibilidad de definir las habilidades blandas de tus empleados ponte en contacto con nuestros managers quienes te indicarán cómo automatizar la selección de candidatos con PeopleForce.