¿Qué es un Sistema de Gestión del Desempeño?
Cualquier empresa que quiera crecer, establece objetivos por alcanzar ambiciosos. El Sistema de Gestión del Desempeño permite supervisar eficazmente la consecución de estos objetivos.
El Sistema de Gestión del Desempeño de los Empleados es un conjunto de diversas actividades organizativas (en otras palabras, métodos y herramientas) que contribuyen a que una empresa alcance un alto rendimiento. Estas actividades incluyen el planteamiento de objetivos, el seguimiento de su aplicación, la motivación de los empleados y la evaluación de los resultados individuales y corporativos. También podemos definir un Sistema de Gestión del Desempeño como el proceso mediante el cual una empresa prioriza sus actividades, estableciendo objetivos y adecuando las tareas a los recursos disponibles (incluidos los recursos humanos).
El Sistema de Gestión del Desempeño respalda la aplicación de la estrategia empresarial a través de varios elementos clave.
Una vez aplicadas las correcciones, comienzan de nuevo las fases de planificación y fijación de objetivos. Los nuevos planes deben tener en cuenta las lecciones aprendidas en el ciclo anterior.
La implementación de un Sistema de Gestión del Desempeño en una empresa incluye:
Una mejor comprensión de los procesos y, por lo tanto, una aplicación más rápida de las acciones de reparación, una búsqueda más eficaz de nuevas oportunidades de desarrollo, por ejemplo, una mayor eficiencia y eficacia de las operaciones, lo que conduce a un mejor resultado financiero;
Mejora de la calidad de las operaciones gracias al uso de KPI y al seguimiento periódico del progreso;
Aumento de la motivación de los empleados al reafirmarse la importancia de su labor y su repercusión en el desarrollo de la empresa;
Mejor comunicación interna mediante reuniones periódicas de evaluación y permitiendo a los empleados expresar sus ideas y opiniones;
Mejor sistematización de los datos mediante la elaboración de informes, lo que facilita la comprensión de los puntos fuertes y las debilidades de la empresa y permite la toma de decisiones estratégicas;
Una gestión de riesgos más eficaz mediante el establecimiento de los parámetros adecuados y su seguimiento continuo.
El Software de Gestión del Desempeño puede ser una herramienta independiente o formar parte de un sistema HRM. Ambas soluciones comparten algunas características:
Al elegir un Sistema de Gestión del Desempeño, es importante asegurarse de que:
Se adapte a las necesidades de la empresa en cuanto al tipo de negocio, el número de empleados y la estructura de empleo.
Sea fácil de usar y no cause problemas ni a la directiva ni a los empleados recién incorporados.
Proporcione una comunicación y retroalimentación eficaces.
Permita el acceso remoto desde varios dispositivos terminales.
Proporcione el nivel adecuado de seguridad de los datos, como la clasificación de permisos de usuario, la autenticación de dos factores, etc.
Ofrezca funciones que permitan la gestión por objetivos, la evaluación de los empleados, la elaboración de informes, etc.
Recoja y presente los datos de forma fácil de leer, visualizando y resumiendo con tablas o gráficos.
Pueda integrarse de forma flexible con otras aplicaciones, como una para la gestión de proyectos, y adaptarse a las necesidades cambiantes de la empresa.
Su compra se amortice rápidamente o que incluso supone un importante ahorro.
El proveedor del sistema ofrezca asistencia técnica y actualizaciones periódicas.
Si una empresa desea mejorar su desempeño, debe aumentar la productividad en ciclos y mantener a su equipo motivado a un alto nivel. Las industrias evolucionan rápidamente y el entorno empresarial sigue cambiando. Evaluar el desempeño una vez al año es una receta para el desastre. Por este motivo, muchas empresas optan por implementar sistemas continuos de gestión del desempeño. Estos sistemas garantizan que la información sobre los problemas que surjan llegue rápidamente a las personas adecuadas y que éstas puedan encontrar las soluciones. Un sistema adecuado permite fijar objetivos y supervisar su aplicación de forma continua, así como garantizar la participación de todos los empleados.