¿Qué es el feedback continuo?
El feedback continuo o retroalimentación continua, es el proceso de compartir información, opiniones o evaluaciones por parte de alguien (como un manager) con otra persona (un empleado). Este feedback puede referirse al comportamiento, las acciones o los resultados obtenidos por la persona. Su propósito es mejorar la eficiencia, resaltar las áreas que necesitan mejora y orientar la dirección del desarrollo.
Proporcionar feedback de forma continua es una herramienta de comunicación que permite a los líderes moldear el comportamiento del equipo de forma transparente y honesta. Las características clave del feedback continuo incluyen su naturaleza en constante desarrollo, lo que significa que el feedback debe darse en tiempo real, permitiendo a los empleados ajustar rápidamente su comportamiento y métodos de trabajo. Debe ser directo, proporcionado inmediatamente después de observar una situación concreta, y específico, lo que significa que el feedback efectivo es detallado y se refiere a comportamientos o resultados laborales en particular.
El feedback continuo no es una crítica de las acciones de un empleado, sino una forma de comunicación que busca apoyar su desarrollo y proporcionarle orientación. Puede y debe ser un proceso bidireccional, en el que los empleados también compartan sus opiniones con sus superiores o compañeros.
El feedback puede consistir en elogios, críticas o críticas constructivas. Dar feedback de forma constructiva es una habilidad crucial para los líderes eficaces. Una investigación realizada por Jack Zenger y Joseph Folkman en 2014, en la que participaron 899 empleados, reveló resultados interesantes:
El feedback positivo se enfoca en los mejores aspectos del trabajo o el comportamiento de una persona, con el objetivo de reforzar las acciones positivas y animar a que continúen. Si se proporciona con regularidad, fomenta la motivación y la confianza y mejora el desempeño.
El feedback negativo, o crítica constructiva, aborda comportamientos, resultados laborales o acciones que necesiten mejoras o cambios. Su objetivo es ayudar al receptor a comprender cuáles aspectos de su trabajo deben mejorarse para obtener mejores resultados en el futuro.
Un feedback negativo eficaz debe ser específico, transmitirse con respeto y empatía, e incluir sugerencias de soluciones o consejos detallados. El 92% de los encuestados en el estudio antes mencionado coincidieron en que un feedback negativo entregado de forma adecuada mejora eficazmente el desempeño.
Cuando una organización considera el feedback como parte integral de su cultura, los empleados empiezan a ver la mejora y el aprendizaje continuos como algo valioso. Fomenta las ideas innovadoras y proporciona flexibilidad, elementos cruciales en un entorno empresarial que cambia rápidamente. El feedback también ayuda a descubrir los puntos fuertes de los empleados y a orientar su desarrollo para reforzar el crecimiento de la organización.
Entre otros de los beneficios para las organizaciones que proporcionan feedback se encuentran:
El feedback puede darse de muchas maneras y, para aumentar su efectividad, es importante mostrar empatía, estar abierto al diálogo y dispuesto a apoyar el desarrollo de los empleados.
El método ideal depende en gran medida de la cultura de la organización, la personalidad del empleado y el objetivo y contenido del feedback en sí. Es posible utilizar uno de los siguientes métodos o todos, en función de las necesidades.
El modelo de feedback “Stop, Start, Continue” (Parar, Comenzar, Continuar) se enfoca en tres áreas clave: lo que un empleado debe dejar de hacer, empezar a hacer y seguir haciendo. Esta forma sencilla de organizar la información ayuda al empleado a comprender las expectativas específicas.
El método “Sándwich” consiste en rodear el feedback negativo con dos comentarios positivos, empezando y terminando por los positivos, con el feedback negativo en medio.
El método S.M.A.R.T. hace que el feedback esté relacionado con objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y basados en el tiempo (Specific, Measurable, Achievable, Relevant, and Time-based). Este método ayuda al empleado a entender exactamente qué se espera de él, qué pasos debe dar para cumplir esas expectativas y de cuánto tiempo dispone para alcanzarlas.
Independientemente del método elegido, el feedback debe producirse en un clima de confianza mutua. Los empleados son más receptivos cuando creen que la persona que les habla tiene en cuenta sus intereses. La claridad del mensaje, la facilidad para comprenderlo y la expresión incuestionable también son elementos importantes.
El mayor impacto se consigue al proporcionar feedback con regularidad, por ejemplo durante reuniones 1 a 1 periódicas. También es crucial celebrar los éxitos de los empleados y escuchar sus comentarios. Cuando todos los miembros del equipo se sienten cómodos dando y recibiendo feedback constructivo, toda la organización tiene la oportunidad de desarrollarse más rápidamente.