¿Qué es la denuncia de irregularidades?
Según la Organización Internacional de Normalización (ISO), el “whistleblowing” o denuncia de irregularidades, “es el acto de informar sobre una sospecha de irregularidad o riesgo de irregularidad”. Janet P. Near y Marcia P. Miceli ofrecen una definición más detallada, afirmando que la denuncia de irregularidades es la revelación por parte de miembros actuales o antiguos de una organización de prácticas ilegales, inmorales o ilícitas bajo el control de sus empleadores a personas u organizaciones que pueden tomar las medidas oportunas.
Existen dos tipos de denuncia de irregularidades:
¿De dónde viene el concepto de whistleblowing?
En sentido figurado, whistleblowing significa encender la alarma o llamar la atención sobre un comportamiento inadecuado o ilegal. El término fue popularizado por Ralph Nader, político y abogado. En 1971, Nader coorganizó la Conferencia sobre Responsabilidad Profesional, dedicada al tema del whistleblowing o denuncia de irregularidades, donde expresó la opinión de que este es el acto de individuos que, creyendo que el interés público pesa más que el interés privado de su organización, denuncian la corrupción y las prácticas laborales ilegales o deshonestas.
Desde los años 70, el concepto de denunciante de irregularidades (whistleblower) ha sido definido y codificado de forma diversa por diferentes países. Para armonizar la legislación entre los Estados miembros y las normas jurídicas relacionadas con la protección de los denunciantes, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE establecieron una directiva sobre la protección de las personas que denuncian infracciones del Derecho de la Unión el 23 de octubre de 2019. Los Estados miembros debían aplicar las medidas ejecutivas pertinentes antes del 17 de diciembre de 2021.
En Estados Unidos, las protecciones de los denunciantes están bien establecidas a través de diversas leyes federales y estatales. Las principales leyes federales son:
Además, muchos estados de EE.UU. tienen sus propias leyes que protegen a los denunciantes, y muchas empresas tienen políticas internas para proteger y fomentar la denuncia de conductas indebidas. Este marco jurídico incentiva la denuncia de irregularidades para mantener la transparencia y la rendición de cuentas tanto en el sector público como en el privado.
Un denunciante (whistleblower) es "una persona que expone información que, en el momento de ser revelada, cree razonablemente que es cierta y que constituye una amenaza o un perjuicio para un interés público concreto, como una violación de la legislación nacional o internacional, abuso de autoridad, despilfarro, fraude o daños al medio ambiente, la salud pública o la seguridad pública".
Un denunciante debe actuar siempre de buena fe, apoyando sus acciones con hechos y no debe estar motivado principalmente por razones personales, por ejemplo, un sentimiento de injusticia, deseo de venganza o intereses personales. Su motivación puede estar impulsada por un sentido interno de la justicia, la resistencia a desempeñar el papel de testigo silencioso, la empatía o el sentido de la responsabilidad por sus obligaciones. Es importante destacar que las motivaciones del denunciante en el momento de la revelación tampoco deberían ser relevantes para evaluar su estatus de protección.
Un denunciante puede ser, por ejemplo:
Sin embargo, una persona también puede ser considerada denunciante antes de empezar a trabajar o después de su cese si tiene información sobre irregularidades en una empresa determinada.
A los denunciantes se les suele condenar como traidores o informantes, y la denuncia de irregularidades sigue siendo vista por muchos como algo perjudicial para una empresa o institución. Muchas irregularidades y amenazas siguen sin denunciarse porque los posibles denunciantes temen consecuencias negativas, como la exclusión o el despido laboral.
Sin embargo, a las empresas e instituciones les conviene recibir con prontitud las denuncias de irregularidades, ya que la detección y resolución tempranas de los problemas:
Por lo tanto, es importante que la cultura organizativa presente el proceso de notificación de irregularidades de forma positiva y anime activamente a los empleados a participar en dichas actividades. Además, una empresa debe:
Un denunciante puede informar de irregularidades de forma abierta, confidencial o anónima.
Al optar por la denuncia abierta, el denunciante se compromete a revelar plenamente su identidad, tanto a quienes intervienen en la aclaración de la denuncia como a personas ajenas a la empresa. Una denuncia de este tipo podría realizarse, por ejemplo, durante una reunión 1 a 1 con su supervisor.
En el caso de la denuncia confidencial, se conoce la identidad del denunciante, pero sus datos personales se mantienen en secreto y no se comparten con personas no autorizadas.
Las denuncias anónimas no revelan los datos personales del denunciante y no permiten de ningún modo su identificación (por ejemplo, mediante el uso de canales de comunicación que impidan la identificación).