¿Qué es la clasificación de puestos?
La clasificación de puestos es el proceso de agrupar y organizar los roles dentro de una empresa en función de sus características, requisitos y valor para la organización. Implica evaluar las tareas asociadas a un puesto, las competencias requeridas para el mismo y su lugar dentro de la jerarquía organizacional.
Clasificar roles es un método de evaluación de puestos, que determina su rango en función de criterios específicos. Una vez que los roles tienen rangos adecuados, pueden ser comparados, categorizados y asociados con referencias financieras. Esto ayuda a mantener una estructura organizacional transparente y a facilitar una gestión de recursos humanos más eficiente.
El proceso de clasificación se puede dividir en varias etapas:
El punto de partida es establecer categorías de clasificación y niveles de roles dentro de la jerarquía.
Esta etapa implica analizar los roles en términos de tareas realizadas, responsabilidades, requisitos y habilidades necesarias. Para obtener una comprensión integral de cada rol, es útil consultar a los empleados que desempeñan esa función y a sus supervisores.
Para cada función, se debe determinar lo siguiente:
Basado en los datos recopilados, se crean descripciones detalladas de los puestos de trabajo.
Todo empleado debería estar familiarizado con el sistema de clasificación. Es una buena práctica incluir información al respecto en la base de conocimientos de la empresa y en los materiales de inducción.
La clasificación de puestos debe someterse a evaluaciones regulares (anualmente o cada pocos años) porque la naturaleza y la importancia de los roles dependen de varios factores, como:
Reevaluar los supuestos detrás de la clasificación de puestos permite a las organizaciones:
Aunque la clasificación laboral tiene ventajas, también tiene limitaciones:
❌ Riesgo de mala clasificación: Los criterios de evaluación mal elegidos o subjetivos pueden llevar a una compensación inexacta para ciertos roles.
❌ Complejidad y altos costos: En organizaciones grandes con estructuras intrincadas, el proceso puede ser que lleve mucho tiempo y requiera muchos recursos (p. ej., tiempo del personal de RR. HH., consultas externas). Para empresas con muchos roles especializados, la clasificación puede volverse impracticable.
❌ Falta de flexibilidad: Algunos roles tienen responsabilidades adicionales; por ejemplo, los empleados que temporalmente sustituyen a sus supervisores pueden encargarse de tareas extra sin un cambio de título. El sistema rígido puede impedir una compensación justa por esas responsabilidades temporales.
❌ Barreras para un avance rápido en la carrera profesional: La clasificación puede obstaculizar el desarrollo rápido del talento. Esto es especialmente cierto en sistemas rígidamente diseñados en grandes organizaciones, donde incluso empleados altamente cualificados deben seguir rutas profesionales predefinidas, lo que puede disminuir la motivación y el compromiso.
❌ Normas obsoletas: Las directrices de clasificación detalladas solo son efectivas si se actualizan regularmente para reflejar los cambios en el mercado. Las empresas que utilizan normas obsoletas pueden tener dificultades para atraer y retener talento.
La clasificación de trabajos no es una solución única para todos. En organizaciones más pequeñas, podría ser innecesaria, pero en empresas medianas y grandes, ofrece beneficios significativos:
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